Cuando a un paciente se le diagnostica cáncer u otra enfermedad potencialmente terminal, la primera reacción, muchas veces, es pensar que su vida está destrozada.
Luego se ve sometido a tratamientos médicos que van desde la cirugía a la radiación y pasan por la quimioterapia. Si tiene suerte, a lo mejor asiste a un grupo de apoyo para poder abarcar las consecuencias emocionales de sus experiencias. Durante las primeras etapas a menudo el paciente pasa lo peor durante el tratamiento que antes del diagnóstico. Se suele suministrar fármacos para controlar los síntomas.
Si el paciente recibe Reiki las sesiones le ayudan a aliviar los síntomas asociados tanto a la enfermedad como al tratamiento, a la vez que ayudan al paciente a conseguir un equilibrio emocional y espiritual.
Aún cuando el paciente empiece a sentirse bien , toda ayuda "viene de afuera".
El paciente que tiene la posibilidad de aprender la técnica Reiki, tiene literalmente "el poder en sus propias manos" para controlar los efectos de los tratamientos aliviar el dolor y empezar el proceso de curar su cuerpo , mente y espíritu.
Reiki no solo ayuda a disminuir los efectos secundarios de la radiación y la quimioterapia, alivia el dolor y acelera el proceso de curación.
Jeri Mills M.D.