domingo, 10 de junio de 2012

ENVEJECER ES UN ERROR

Aunque todo el mundo está sujeto al proceso de envejecimiento, nadie ha demostrado que sea necesario. Una de las grandes ventajas del cuerpo mecánico cuántico es que no envejece, cualidad que se aprecia en todo el nivel cuántico de la naturaleza. Los protones y los neutrones no se deterioran con el tiempo, tampoco la electricidad ni la gravedad. La vida, que está compuesta por estas partículas y fuerzas fundamentales, es asombrosamente duradera, nuestro ADN ha cambiado bastante poco en los últimos seiscientos millones de años. Por cierto las fuerzas que operan contra la supervivencia del ADN son inmensas: el desgate físico, mutaciones destructivas fortuitas, invasiones de microbios competitivos y, sobre todo, la entropía, la tendencia del universo físico a quedarse sin cuerda como un reloj descuidado.


El ADN los ha sobrevivido a todos. Desde que este material genético existe, cordilleras enteras han sufrido los efectos de la erosión hasta quedar reducidas a colinas; el ADN, en cambio, nunca se ha desgastado una milésima de milímetro. El pegamento que mantiene unida el cuerpo mecánico cuántico es demasiado fuerte. Si la inteligencia interior del ADN es tan poderosa, capaz de desafiar al tiempo y los elementos a lo largo de los milenios, cabe deducir que el envejecimiento no es natural en absoluto.

La prolongación de la vida requiere corregir el error del intelecto, para identificarnos en cambio con el cuerpo mecánico cuántico. Si llevamos la mente a un nivel de funcionamiento que está más allá de la edad nuestro cuerpo empezará a participar de la misma cualidad. Envejecerá con mayor lentitud porque así lo ordena la mente desde el plano más profundo. Al considerarnos libres del envejecimiento, lo seremos de verdad. Este principio asombrosamente simple, aún no ha sido reconocido por la corriente principal de la medicina occidental, pero es válido, como veremos más adelante.

Salud Perfecta –Deepak Chopra.