sábado, 17 de septiembre de 2011

EL DON DE SANAR

El don de sanar  reside en cada uno de nosotros. No es un don que se concede sólo a unos pocos. Es una cualidad innata suya y mía. Todo el mundo puede beneficiarse de la curación, y todo el mundo puede aprender a sanar. Cada cual puede sanarse a sí mismo y a los demás.
Usted se proporciona curación, aun cuando no quiera llamarla así. ¿Qué es lo primero que hace cuando se ocaciona una herida? Generalmente , toca la parte herida de su cuerpo. Puede incluso sujetarla para tratar de mitigar el dolor. Este instinto físico envía también energía curativa a la parte afectada. Si se relaja y coloca sus manos sobre la herida más tiempo de lo que haría normalmente, comprobará como tiene efecto una curación más intensa. Todas las madres tocan, abrazan, besan o acarician a sus hijos cuando estos contraen algún dolor y hacen lo mismo con el resto de sus seres querido.Si usted observa  éstas sencillas reacciones y procede a estudiarlas, constatará que usted toca a alguien a quien quiere mucho, se produce un efecto más intenso que si toca a un desconocido. Lo mas probable es que haya conferido a su tacto una esencia especial: la esencia del amor que siente hacia esa persona. Como ve, usted ha sido siempre capaz de sanar, pero no tenía conciencia de ello.
Cuando usted está alegre, feliz lleno de energía, o en cualquier otra disposición positiva, su tacto será más agradable para los demás que si estuviera de mal humor. La energía que encierra un contacto malhumorado no es la misma que existe en un tacto alegre. Su estado de ánimo en un momento dado se expresa a través de su energía. Cuando aprenda regular su estado de ánimo , y en consecuencia , la naturaleza de su energía  y su flujo energético, pronto utilizará su energía para sanar. Esto es lo que hacen los sanadores  . Simplemente aprenden a percibir y regular su energía para utilizarla en la curación.
Estas experiencias personales cotidianas que tengo la certeza  se han desarrollado desde que habitábamos  en cavernas, han dado origen a la base de la curación por imposición de manos. Ha tenido lugar desde que ha existido el ser humano. Los antiguos ya eran consciente  del poder curativo que residía en sus manos. Cada cultura investigaba y utilizaba este poder desde la estructura de sus conocimientos  y tradiciones. En su libro Future Science, John W hite enumera noventa y  siete culturas distintas de la faz de la Tierra, cada una de las cuales posee su propia denominación para referirse a la curación o a los campos de energía vital. Estos se conocen en China y la India desde hace más de cinco mil años.
(Manos que curan 2 -Bárbara Ana Breman)