El ADN los ha sobrevivido a todos. Desde que este material genético existe, cordilleras enteras han sufrido los efectos de la erosión hasta quedar reducidas a colinas; el ADN, en cambio, nunca se ha desgastado una milésima de milímetro. El pegamento que mantiene unida el cuerpo mecánico cuántico es demasiado fuerte. Si la inteligencia interior del ADN es tan poderosa, capaz de desafiar al tiempo y los elementos a lo largo de los milenios, cabe deducir que el envejecimiento no es natural en absoluto.
La prolongación de la vida requiere corregir el error del intelecto, para identificarnos en cambio con el cuerpo mecánico cuántico. Si llevamos la mente a un nivel de funcionamiento que está más allá de la edad nuestro cuerpo empezará a participar de la misma cualidad. Envejecerá con mayor lentitud porque así lo ordena la mente desde el plano más profundo. Al considerarnos libres del envejecimiento, lo seremos de verdad. Este principio asombrosamente simple, aún no ha sido reconocido por la corriente principal de la medicina occidental, pero es válido, como veremos más adelante.
Salud Perfecta –Deepak Chopra.